Por Mora Salzman

Ayudarnos mutuamente es un acto permanente y necesario entre los seres humanos para desarrollarnos en nuestra vida. Sin embargo dependiendo del lugar que estemos ocupando dentro de cada grupo, la ayuda sigue una serie de órdenes para que sea equilibrada. En la familia por ejemplo, el acto de ayudar se da naturalmente desde arriba hacia abajo: los padres dan y los hijos toman; cuando esto no es así todos los miembros del grupo pierden fuerza.

En un vínculo entre pares en cambio-en la pareja por ejemplo- el orden se da de una manera diferente: podemos dar lo que recibimos a través de la compensación y cada cual se hace cargo de su parte de la responsabilidad por igual.

Entonces, para poder ayudar y dar algo a alguien primero necesitamos haber tomado; recién allí tenemos la fuerza y la necesidad de dar. Cuando por ejemplo queremos dar lo que no tenemos o tomar lo que no necesitamos el primer desorden se hace visible y repercute en nuestros vínculos cotidianos de diversas maneras.

Por otro lado, desde el rol que cada uno ocupa en otros círculos, por ejemplo en su profesión, también hay una manera de ayudar que da o quita fuerza a quien es ayudado. Este modo tiene que ver con el respeto al destino y las elecciones del otro tal y como se manifiestan; dependiendo de cómo miramos a la persona que queremos ayudar esta ayuda fortaleza o debilita, une o separa.

A través de la mirada sistémica de las Constelaciones Familiares podemos comenzar a mirar desde una óptica diferente los modos que tenemos de ayudar y la consecuencia de los mismos.

Cada cual tiene la fuerza para afrontar su propio destino; si concordamos en lo profundo con esto podemos sentir en qué lugar necesitamos estar para acompañar y dejarnos acompañar con respeto y amor.

Tienes una meditación de regalo

Solo dejanos tu mail para que te lleguen nuestras novedades y más recursos gratuitos en nuestro boletín.

Te suscribiste correctamente

Abrir chat