Siempre que algo esté vivo se encuentra en continuo cambio y transformación; sin embargo muchas veces tendemos a querer fijar este movimiento natural, y lo hacemos de diversas maneras a través de nuestros pensamientos, relatos, ideas, emociones congeladas, etc. Cuando conocí las Constelaciones Familiares (CF) y a medida que fueron pasando los años, una y otra vez me di cuenta de las limitaciones que esta actitud tiene.
La idea de un tiempo pasado, presente y futuro se transforma con esta herramienta, ya que podemos ver cómo somos seres multidimensionales, conectados con diversos hechos y personas que transforman nuestra realidad; aunque esos hechos y personas sean del pasado e incluso ya no estén en la vida, nuestro destino personal se encuentra muchas veces entrelazado con el de ellos, transformando nuestro presente de múltiples maneras.
Las CF tienen una mirada fenomenológica, enfocada en lo que en lo que aquí y ahora las imágenes manifiestan; no es una mirada fija ni cristalizada si no que está en continuo movimiento y expansión. Dicho en otras palabras, lo que cada trabajo devela es lo que en ese momento está resonando con más fuerza en el sistema para ser visto y reconocido y está enfocado en el pedido o tema de la persona que consulta y abre su sistema familiar.
En otro momento- a medida que el movimiento de una constelación realizada va haciendo su efecto y que surja nuevamente un tema para trabajar- las imágenes que se manifiestan pueden ser otras, incluso involucrando a los mismos miembros del sistema que la constelación realizada anteriormente.
En palabras de Bert Hellinger “(…) en su interior estuvo llevando una imagen que contradecía aquello que venía imaginándose. Es decir, a través de esta imagen surge algo oculto y dejando que esta imagen nos impacte, nos damos cuenta de problemas importantes de esta familia. (…) Aquí tenemos que aprender a despedirnos de las imágenes interiores que nos impiden, por ejemplo, reconocer a otras personas que sean diferentes, dándoles los mismos derechos que nosotros quisiéramos tener. Es decir, lo que aquí hacemos es una purificación, una purificación interior de las imágenes que nos perturban, que nos trastornan.” libro Imágenes que solucionan.
Para poder mirar una problemática desde este ángulo es necesario que nos despojemos, no sólo la persona que consulta sino también el facilitador y todos los presentes, de nuestros juicios, prejuicios y saberes sobre el tema. Sin esa actitud no podemos trabajar desde esta herramienta ya que impedimos que lo profundo salga a la luz y se manifieste; en otras palabras, trabajamos desde nuestro centro vacío y desde allí nos abrimos todos al movimiento interno propuesto por cada trabajo; este modo de mirar y de vincularnos con una problemática es compartido por diversas disciplinas como el Yoga, la Meditación y otros abordajes terapéuticos.
En palabras de Tiiu Bolzmann: “El aspecto fenomenológico se manifiesta tanto a través de la actitud del facilitador como en el modo de observación y hasta en los procedimientos con los que se despliega la constelación. La atención en el trabajo está dirigida a los fenómenos que se muestran a través de los representantes e incluye la reacción del consultante. Leer y traducir las imágenes de la constelación sin interpretarlas es el verdadero arte del facilitador y requiere de mucho entrenamiento y pericia. Solo si se actúa sin ánimo de juzgar y con pureza de intención, el facilitador podrá observar los fenómenos que surgen durante la constelación. Las intervenciones se orientan y están encuadradas en este campo fenomenológico, e incluyen a todos los miembros y a todos los acontecimientos de la misma manera, tal como se muestran y son.” libro Qué es…Constelaciones Familiares.
Que nuestras imágenes interiores se pongan en movimiento es un proceso que, como toda transformación, lleva su tiempo. Sin embargo a la vez, luego de una experiencia de constelaciones muchas veces decimos que algo se siente distinto; esta percepción también es correcta ya que en lo profundo, dichas imágenes tocaron ciertos hilos de la red familiar o sistémica y continúan resonando dentro de ella.